Las 22 representaciones llamadas Arcanos o claves, de contenido muy simbólico tanto por sus figuras como por sus colores que se encuentran en determinadas proporciones. Representan los valores más altos de los actos y sentimientos.
Arcano significa lo oculto, lo secreto, la sabiduría que está dentro de nosotros mismos.
Algunos Arcanos representan Arquetipos que son fuerzas psicológicas e intuitivas, que operan en forma autónoma desde la profundidad de la psiquis humana, siendo los cuatro primeros los más fundamentales, ya que son los que formarán a las personas y lo marcarán para siempre.
Los Arcanos mayores se dividen en tres grupos:
Además hay otra forma de agrupar los Arcanos Mayores:
1. La ruta de los grandes Arquetipos
EL MAGO: dice “yo soy”. Soy el transformador, el que marca los comienzos
LA SACERDOTISA: dice “yo me encarno”. Me he encarnado, pasaré un tiempo de reposo antes de iniciar el camino, proceso la información que traigo
LA EMPERATRIZ: dice “yo nazco” Es el arquetipo de la madre, abrigo alimento y protección. Reinsertar al niño afectivamente
EL EMPERADOR: dice “yo me incorporo y actúo en el mundo”. Es el arquetipo del padre, autoridad, límites, orden, acción
EL SUMO SACERDOTE: dice “yo aprendo y me integro”. El aprendizaje formal de la escuela, la comunicación y las normas de la sociedad
LOS ENAMORADOS: dice “yo decido, yo elijo, yo me equivoco”. Se vincula con la adolescencia Es el comienzo de la elección y del amor. Es el primer intento de tomar decisiones y por lo tanto comienza a equivocarse.
EL CARRO: dice “yo conduzco mi vida” He madurado. He llegado al final de una etapa y recién entonces puedo saber de mí y de mis limitaciones.
2 La ruta de las tareas del desarrollo personal
LA FUERZA: la primera tarea, antes de iniciar cualquier camino, será la de reconocer que residen en mí fuerzas contradictorias y que esa tensión debe ser asumida mediante al proceso mutuo de “domesticación”.
EL ERMITAÑO: la segunda tarea consiste en aceptar que en mis profundidades puedo tomar contacto con la sabiduría y desde allí debo salir a entregar mi luz interior.
LA RUEDA DE LA FORTUNA: la tercera tarea me dice que debo aceptar que el mundo gira más allá de mi voluntad y que deberé ser capaz de descubrir su ritmo y su sentido.
LA JUSTICIA: la cuarta tarea es reconocer que el eje del mundo y la resolución de los problemas pasa por una suerte de equilibrio, interno y externo, con estructura, con valores, con decisiones, en un marco de formalidad
EL COLGADO: la quinta tarea es ser capaz de mirar la realidad desde otro punto de vista, presentarse diferente a los demás, hacer un alto en la vida y ser capaz de someter a crisis el entorno, aunque ello implique sacrificios
LA MUERTE: la sexta tarea es la capacidad de gestar, asumir y conducir el propio cambio.
LA TEMPLANZA: la séptima tarea es el resultado del cambio y consiste en ser capaz de asumir la armonía interior. Sostener lo que a otros parece imposible y combinar adecuadamente.
3. La ruta de los grandes desafíos
EL DIABLO: el primer desafío es conocer mis miedos ocultos, obsesiones y culpas, acercarme a lo más bajo de mí, a las pasiones más elementales, a la parte más complicada.
LA TORRE: el segundo desafío es la lucha por la libertad y su aceptación cuando llega por otra mano. Aunque todo parezca destruirse, jamás caerá la base de sólida construcción.
LA ESTRELLA: el tercer desafío, nos dice que debemos conectarnos con el inconsciente, removerlo en busca de la verdad más elemental y confiar en las oportunidades que tenemos.
LA LUNA: el cuarto desafío nos conecta con la cara oculta de su realidad y las distorsiones en la acción en el mundo. Es la carta de la intuición.
EL SOL: el quinto desafío es el de brillar. Debo asumir el sol en todas sus dimensiones, con los beneficios y las cargas, siendo capaz de ayudar a germinar, de dar calor, pero sabiendo que quien se acerca se quema, que estoy expuesto.
EL JUICIO: es el último desafío y la antesala de la realización, despertar, renovar y perdonar. Debo ser capaz de estar despierto y despertar a quienes están a mi cargo. Asumir que hay quienes resucitarán y quienes no, que no toda la apariencia es realidad y saber discernir.
EL MUNDO: es la autorrealización y la integración. Es la coronación, es la etapa final, la última vuelta, la sabiduría, la palabra, la verdad, la integración, lo masculino y femenino en un solo acto.
Los Arcanos mayores se dividen en tres grupos:
- Del 1 al 7 Significan “La Consciencia”: Lo externo que contiene la vida, tiene los símbolos y arquetipos más fuertes
- Del 8 al 14 Significan “El Subconsciente”: Búsqueda interna para descubrir quienes somos
- Del 15 al 21 “La Superconsciencia”: Que significa el desarrollo de la consciencia espiritual
Además hay otra forma de agrupar los Arcanos Mayores:
1. La ruta de los grandes Arquetipos
EL MAGO: dice “yo soy”. Soy el transformador, el que marca los comienzos
LA SACERDOTISA: dice “yo me encarno”. Me he encarnado, pasaré un tiempo de reposo antes de iniciar el camino, proceso la información que traigo
LA EMPERATRIZ: dice “yo nazco” Es el arquetipo de la madre, abrigo alimento y protección. Reinsertar al niño afectivamente
EL EMPERADOR: dice “yo me incorporo y actúo en el mundo”. Es el arquetipo del padre, autoridad, límites, orden, acción
EL SUMO SACERDOTE: dice “yo aprendo y me integro”. El aprendizaje formal de la escuela, la comunicación y las normas de la sociedad
LOS ENAMORADOS: dice “yo decido, yo elijo, yo me equivoco”. Se vincula con la adolescencia Es el comienzo de la elección y del amor. Es el primer intento de tomar decisiones y por lo tanto comienza a equivocarse.
EL CARRO: dice “yo conduzco mi vida” He madurado. He llegado al final de una etapa y recién entonces puedo saber de mí y de mis limitaciones.
2 La ruta de las tareas del desarrollo personal
LA FUERZA: la primera tarea, antes de iniciar cualquier camino, será la de reconocer que residen en mí fuerzas contradictorias y que esa tensión debe ser asumida mediante al proceso mutuo de “domesticación”.
EL ERMITAÑO: la segunda tarea consiste en aceptar que en mis profundidades puedo tomar contacto con la sabiduría y desde allí debo salir a entregar mi luz interior.
LA RUEDA DE LA FORTUNA: la tercera tarea me dice que debo aceptar que el mundo gira más allá de mi voluntad y que deberé ser capaz de descubrir su ritmo y su sentido.
LA JUSTICIA: la cuarta tarea es reconocer que el eje del mundo y la resolución de los problemas pasa por una suerte de equilibrio, interno y externo, con estructura, con valores, con decisiones, en un marco de formalidad
EL COLGADO: la quinta tarea es ser capaz de mirar la realidad desde otro punto de vista, presentarse diferente a los demás, hacer un alto en la vida y ser capaz de someter a crisis el entorno, aunque ello implique sacrificios
LA MUERTE: la sexta tarea es la capacidad de gestar, asumir y conducir el propio cambio.
LA TEMPLANZA: la séptima tarea es el resultado del cambio y consiste en ser capaz de asumir la armonía interior. Sostener lo que a otros parece imposible y combinar adecuadamente.
3. La ruta de los grandes desafíos
EL DIABLO: el primer desafío es conocer mis miedos ocultos, obsesiones y culpas, acercarme a lo más bajo de mí, a las pasiones más elementales, a la parte más complicada.
LA TORRE: el segundo desafío es la lucha por la libertad y su aceptación cuando llega por otra mano. Aunque todo parezca destruirse, jamás caerá la base de sólida construcción.
LA ESTRELLA: el tercer desafío, nos dice que debemos conectarnos con el inconsciente, removerlo en busca de la verdad más elemental y confiar en las oportunidades que tenemos.
LA LUNA: el cuarto desafío nos conecta con la cara oculta de su realidad y las distorsiones en la acción en el mundo. Es la carta de la intuición.
EL SOL: el quinto desafío es el de brillar. Debo asumir el sol en todas sus dimensiones, con los beneficios y las cargas, siendo capaz de ayudar a germinar, de dar calor, pero sabiendo que quien se acerca se quema, que estoy expuesto.
EL JUICIO: es el último desafío y la antesala de la realización, despertar, renovar y perdonar. Debo ser capaz de estar despierto y despertar a quienes están a mi cargo. Asumir que hay quienes resucitarán y quienes no, que no toda la apariencia es realidad y saber discernir.
EL MUNDO: es la autorrealización y la integración. Es la coronación, es la etapa final, la última vuelta, la sabiduría, la palabra, la verdad, la integración, lo masculino y femenino en un solo acto.
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